El sector del agua en España se enfrenta a grandes retos en la actualidad, siendo la eficiencia el único camino posible para afrontarlos. La situación económica sufrida en los pasados años en el entorno mundial, ha hecho que en el sector del agua español afloren nuestras mayores debilidades, entre estas el envejecimiento de las redes de distribución y alcantarillado y el déficit tarifario para renovar infraestructuras. El déficit de inversión en renovación de infraestructuras se identifica en su envejecimiento y pérdida de prestaciones. Según los datos de la XIII Edición de la ENCUESTA DE SUMINISTRO DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO EN ESPAÑA, hay un cambio de tendencia en el agua no registrada ANR (incluye pérdidas aparentes y reales de agua). Tras veinte años de tendencia decreciente (1990-2010) del índice ANR gracias a las renovaciones de redes y a las campañas de detección de fugas y lucha contra el fraude, entre 2010 y 2012 se aprecia un aumento del índice, consecuencia de la fuerte reducción de la inversión desde 2006 y 2007 y el envejecimiento de las redes de distribución. Ante este panorama, y mientras el sector reclama un órgano regulador que establezca criterios económicos y de servicio que posibiliten estructuras tarifarias que garanticen la repercusión y recuperación de los costes (tanto los operativos como los relativos a infraestructuras) en la tarifa, la mejor solución es la aplicación de modernas tecnologías en los diferentes aspectos de la gestión. Los sistema avanzados de gestión de la presión suministrada en red, implantados sobre los sectores de la red de distribución, permiten disminuir el índice ANR a la vez que reducir los costes operativos y aumentar la vida útil de las infraestructuras. Se facilitan fórmulas que permiten cuantificar los beneficios de una gestión avanzada de presiones. La tecnología SMART presentada se adapta con total flexibilidad a los diferentes planes de gestión de presiones que cada empresa gestora puede contemplar, haciendo especial mención a los costes de implantación y de explotación, así como a la facilidad de integración con el sistema de telecontrol que la empresa gestora disponga. Presentaremos casos prácticos de implantaciones realizadas por el Canal de Isabel II Gestión, así como por Aguas de Barcelona, que validan su funcionamiento en diferentes contextos y condiciones operacionales. Concluiremos que reducir el exceso de presión en la red aporta cuantiosos beneficios económicos, para lo que es imprescindible optimizar la presión de suministro a todas las horas del día, ante cualquier demanda de consumo y en todos los puntos de la red.
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