Madrid, España
El poco propicio ambiente político que ofrecía la España de entresiglos para el liberalismo católico, la Iglesia, acomodada al calor del poder, y finalmente la relajación lógica que esto producía en los cristianos, dieron como resultado la ausencia de una elite política e intelectual autóctona con esas inquietudes ideológicas. Ante semejante debilidad la caridad aparece como su mayor inquietud en la cuestión social, y la recepción de influencias foráneas resultó inevitable. El integrismo y las trabas vaticanas retrasaron más aún la formación de un partido democristiano y Ossorio y Gallardo emprendió el primer intento para ello. Los poco lucidores resultados de su acción, la Dictadura de 1923, el destino político de sus compañeros y su propio carácter, terminaron por aislarle políticamente experimentando una radicalización en su acervo ideológico que le llevó a un doctrinarismo de muy escaso eco social.
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