Diversos procesos por los que han atravesado las sociedades a lo largo del tiempo, han acarreado un paulatino abandono y degradación de los centros históricos, hecho que ha conllevado en muchos de ellos a una continua disminución de su población residente, que se ha trasladado hacia otras áreas de la ciudad en busca de mejores condiciones de vida. Este despoblamiento ha impactado tanto en el vaciamiento del patrimonio residencial, como en la vitalidad de estos sectores, que han visto disminuida su multifuncionalidad. Esta situación afecta tanto a la integración física, social y económica del centro histórico como a la de toda la ciudad, al constituir una importante pieza del complejo mosaico urbano al que pertenece. El despoblamiento que aqueja a una gran parte de los centros históricos, tanto en América Latina como en el resto del mundo, ha planteado la necesidad de desarrollar variadas estrategias de intervención con el fin de frenar y revertir esta situación, mediante la conservación y/o recuperación de la residencialidad y multifuncionalidad, intentando reintegrarlos a la dinámica y funcionamiento de toda la ciudad y evitando que se configuren como sectores excluidos y fragmentados –tanto física como socialmente–. Con el fin de destacar el valor de la residencialidad y la importancia que adquieren las políticas habitacionales como estrategia frente al despoblamiento, el artículo reflexiona sobre el sistema de cooperativas empleado en la Ciudad Vieja de Montevideo –caso atractivo dado que aborda una problemática recurrente, con grandes dificultades para llevar adelante estrategias de intervención– , y deja planteadas ciertas inquietudes que este sistema suscita
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados