El sistema económico global actual, que se alimenta de la externalización de los costes ambientales, el crecimiento exponencial, el consumismo y el aumento de la brecha de bienestar entre ricos y pobres, no está preparado para cumplir con el imperativo climático de reducir rápidamente los gases de efecto invernadero (GEI). En medio de este colapso del sistema a medida que llegamos al final de la era industrial, el movimiento de la “nueva economía” ha surgido para proporcionar un enfoque alternativo en el que el equilibrio ecológico, la equidad de la riqueza y la democracia dinámica sean fundamentales en la actividad económica. Las leyes son la infraestructura fundamental que sustenta nuestro sistema económico y político. El Derecho ambiental generalmente se concibe como un conjunto de reglas que establecen límites de contaminantes para masas de agua específicas, protegen una especie identificada u obligan a una industria a usar la tecnología requerida. Aunque son necesarias, este tipo de leyes no abordan los fundamentos de nuestra economía política, y el fracaso más dramático del Derecho ambiental se aprecia en las cantidades cada vez mayores de GEI y la alteración del clima global. Para desarrollar un nuevo sistema económico que esté alineado con el imperativo climático y de justicia económica, necesitamos leyes que faciliten el nuevo sistema y desalienten al viejo. Este trabajo trata acerca del pensamiento sistémico y del cambio de sistemas, destacando los puntos relevantes para lograr el cambio. Ofrece una visión general del movimiento de la nueva economía que ha surgido para proporcionar una nueva narrativa y, utilizando una lente sistémica, identifica áreas en las que el Derecho debe evolucionar para facilitar la construcción de un futuro más sostenible, equitativo y democrático.
The current global economic system, which is fueled by externalizing environmental costs, growing exponentially, consuming more, and a widening wealth gap between rich and poor, is misaligned to meet the climate imperative to rapidly reduce greenhouse gases (GHGs). Amidst this system breakdown as we reach the end of the Industrial Age, the new economy movement has emerged to provide an alternative approach where ecological balance, wealth equity, and vibrant democracy are central to economic activity. Laws are the fundamental infrastructure that undergirds our economic and political system. Environmental law is typically conceived as a set of rules that establish pollutant limits for specific waterbodies, protect an identified species, or direct an industry to use a required technology. Although necessary, these types of law do not address the fundamentals of our political economy, and the most dramatic failure of environmental law is seen in increasing amounts of GHGs and global climate disruption. In order to develop a new economic system that is aligned with a climate and economic justice imperative, we need laws that will facilitate the new system and discourage the old. This manuscript discusses systems thinking and systems change, highlighting leverage points to achieve change. It gives an overview of the new economy movement that has emerged to provide a new narrative, and using a systems lens, identifies areas where the law needs to evolve to facilitate building a more sustainable, equitable, and democratic future.
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