El estudio de una pelvis fósil de hace 350.000 años demuestra que los preneandertales y sus descendientes, los neandertales, eran mucho más fuertes que el hombre moderno. Sin embargo, éstos se extinguieron hace unos 29.000 años. Su gran fortaleza, mayor que la de un boxeador de peso pesado, y su acusado individualismo no pudieron competir con el espíritu gregario y la habilidad artesanal de los débiles cromañones, nuestros antepasados directos.
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