Francisco Suárez se inserta en la línea de los escolásticos españoles del siglo XVI, especialmente de los dos jesuitas que, junto con él, culminan esta escuela: Gabriel Vázquez de Belmonte y Luis de Molina. Se diferencia de ellos en que él es nominalista. Se adelantó a los autores de la Edad Moderna en la carrera por las libertades típicamente modernas, tales como la afirmación de los derechos subjetivos naturales, la democracia como la forma más natural o más próxima a la libertad del hombre, la libertad de conciencia (no de cultos). Estuvo omnipresente en los escolásticos de las Edades Modernas y Contemporánea que, de hecho, entendieron que él culminó la escolástica, de forma tal que también Tomás de Aquino debe ser interpretado a la luz de sus escritos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados