Sevilla, España
Siguiendo la tendencia posmoderna de revisión y escrutinio de la Historia reciente mediante su reescritura, Luis García Montero hace una reinterpretación de la tradición literaria moderna que respalda su propia obra. El poeta retorna a los principios de aquella tradición y vertebra su análisis teórico en la oposición Ilustración/Romanticismo, que acaba por reconciliar en su labor creadora. Aunque diferentes ensayos y declaraciones del poeta han tendido a presentarlo como ilustrado antirromántico, el trabajo intenta demostrar que los principales mimbres de su poética—relación entre creación y reflexión teórica, presencia obsesiva de la Historia y de la temporalidad en su obra, nueva relación con la tradición literaria y misión de la poesía—son herencia del Romanticismo.
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