Isabel Higuera Pulgar, Almudena Ribed Sánchez, M. L. Carrasco, Rosa María Romero Jiménez, Cristina Velasco Gimeno, Irene Bretón Lesmes, Miguel Camblor Alvarez, Maria Cristina Cuerda Compés, Pilar García Peris
Antecedentes y objetivo El tratamiento con antineoplásicos orales tipo inhibidores de tirosina quinasa (ITK) es novedoso, y por ello se conoce poco sobre cómo afectan al estado nutricional (EN), la ingesta dietética, la calidad de vida, y su influencia sobre la supervivencia. Este estudio pretende aportar información sobre estos componentes, para dirigir las recomendaciones nutricionales futuras.
Pacientes y método Estudio prospectivo y observacional en adultos que inician ITK, donde se valoró el EN mediante el cuestionario de valoración subjetiva global generada por el paciente (VSG-GP), medidas antropométricas, parámetros bioquímicos e ingesta dietética (Recuerdo de 24h). La calidad de vida se estudió con EORTC QLQ-C30. El análisis estadístico empleó pruebas no paramétricas y la supervivencia se analizó mediante curvas de Kaplan-Meier y log-rank.
Resultados El 21,7% de la muestra presentó desnutrición moderada según VSG-GP; el 74,2% mostró pérdida de peso moderada a los 6 meses, aunque ningún paciente tuvo un IMC<18,5kg/m2. Los pacientes moderadamente desnutridos presentaron menor supervivencia a los 4 años del diagnóstico (log-rank=0,015).
El 44,4% realizó una ingesta energética inferior a las recomendaciones ESPEN 2017 y ningún paciente cubrió requerimientos proteicos (1,5g proteína/kg peso) durante el seguimiento.
Una peor puntuación en la escala global de salud del EORTC QLQ-C30 se relacionó con peor EN.
Conclusiones El tratamiento con ITK no parece afectar de manera importante el EN y la calidad de vida a los 6 meses de seguimiento. Se debe prevenir la desnutrición, mediante un consejo nutricional individualizado, pues se relaciona con menor supervivencia.
Background and objective Treatment with oral antineoplastic agents known as tyrosine kinase inhibitors (TKIs) is new and, thus, little is known about their impact on nutritional status (NS), dietary intake, quality of life, and survival. The aim of this study was to provide information on these components in order to guide future nutritional recommendations.
Patients and method A prospective, observational study in adults who start treatment with TKIs, in whom NS was assessed using the Patient-Generated Subjective Global Assessment (PG-SGA), anthropometric measures, biochemical parameters, and dietary intake (24-hour dietary recall). The EORTC QLQ-C30 was used to assess quality of life. Nonparametric tests were used in statistical analysis, and survival was analyzed using Kaplan-Meier and log-rank curves.
Results Of the overall sample, 21.7% had moderate malnutrition according to PG-SGA, and 74.2% moderate weight loss at 6 months, but no patient had BMI<18.5kg/m2. Patients with moderate malnutrition had lower survival at four years of diagnosis (log-rank=0.015).
Energy intake was lower than recommended by the ESPEN 2017 congress, and no patient covered the protein requirements (1.5g protein/kg weight) during follow-up.
A worse score on the global health scale of the EORTC QLQ-C30 was related to worse NS.
Conclusions Treatment with TKIs does not appear to have a significant impact on NS and quality of life after 6 months of follow-up. Malnutrition should be prevented through individualized nutritional advice because it is related to shorter survival.
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