La evolución de la filosofía krausista, a partir de 1875, al entrar en contacto con las nuevas corrientes del pensamiento procedentes de Europa va a dar lugar a un movimiento denominado "krausopositivismo", en el que se sintetizan armónicamente dos tendencias en principio opuestas: la idealista, defensora del método especulativo-abstracto, y la positivista, partidaria del método experimental. Iniciado dicho movimiento por Nicoláss Salmerón, tiene en su discípulo urbano González Serrano al representante más cualificado dentro de la psicología y la sociología, propiciando junto con Giner, Posada, Sales y Ferre, Azcárate y otros el desarrollo de las ciencias sociales en España
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