Francisco Javier Alvarez Caperochipi
Durante los años 1609 y 1610, Zugarramurdi, un poblado de gentes trabajadoras con sus costumbres y sus problemas, se encontró inmerso sin pretenderlo, en uno de los focos de una “epidemia brujeril” que afectó a toda Europa. Resucitamos este episodio 400 años después, para clarificar algunos sucesos y liberar a la historia de fantasmas y folclore. Cuarenta ciudadanos, con mayoría de mujeres, fueron juzgados y condena- dos por la Inquisición, y sin embargo, dicho proceso, sería el comienzo del fin de la supuesta brujería demoníaca
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