Aparición y consolidación de una nueva clase trabajadora de servicios y sus dificultades para la acción colectiva

• Juan Miguel García Nogueroles ^[1]
  1. [1] Universitat Autònoma de Barcelona

     Universitat Autònoma de Barcelona

     Barcelona, España

     
• Localización: Crisis y cambio. Propuestas desde la Sociología: actas del XI Congreso Español de Sociología. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. 10-12 de julio de 2013 / coord. por Heriberto Cairo Carou, Lucila Finkel Morgenstern, Vol. 1, 2014, ISBN 978-84-697-0169-0, págs. 691-700
• Idioma: español
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• Resumen

  • El principal tema que quiero discutir en la comunicación es el surgimiento o la consolidación de una nueva clase trabajadora de servicios que tiene características distintas a la tradicional clase obrera de base industrial y que considero que puede acabar convirtiéndose en un actor fundamental no únicamente en las relaciones laborales sino, también, en la composición de la estructura social de los países desarrollados durante las próximas décadas. Se parte de un análisis de la ECVT (Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo) en sus ediciones de 1999 y 2008. El análisis cuantitativo se acompaña de un trabajo de campo en el sector de la hostelería de la ciudad de Barcelona que pretende ilustrar de forma cualitativa, a partir de un análisis del discurso, la situación de la nueva clase trabajadora de servicios y los problemas a los que se enfrenta. Como conclusiones, se establece que existe efectivamente una nueva colectividad de trabajadores que no pueden asimilarse a lo que tradicionalmente se ha definido como clase obrera pero que ocupa posiciones subalternas en el mercado de trabajo, con precarias condiciones de trabajo y con una complicada perspectiva de cambio. Esta nueva clase trabajadora no únicamente no ha disminuido en los años de expansión económica sino que se ha incrementado cualitativa y cuantitativamente debido, entre otras razones, a una estructura productiva en la que es todavía importante la demanda de actividades que basan su productividad en la mano de obra y no en desarrollos tecnológicos. Estos trabajadores de servicios pertenecen a colectivos débiles (mujeres, jóvenes, inmigrantes, personas sin formación…) a la hora de negociar mejoras en sus condiciones de trabajo, con dificultades para organizarse sindicalmente y que, por lo tanto, quedan en muchas ocasiones al margen de procesos que puedan mejorar su productividad y empleabilidad. Se prevé, no obstante, que la nueva clase trabajadora de servicios pueda acabar vertebrando un discurso de demanda que permita establecer nuevos mecanismos de acción colectiva y la convierta en las próximas décadas en un actor fundamental a nivel social y laboral.