Este artículo investiga el potencial cultural de la playa como espacio concreto, cargado de significado y, en última instancia, como emplazamiento metafórico de una visión idealista. En conjunción con la muy actual dimensión de las playas como fronteras para los fugitivos, el artículo debate sobre la relevancia social de las humanidades, prestando particular atención al papel que desempeñan los estudios culturales. Para ello se examinarán diversos productos culturales, tanto canónicos como procedentes de lo que genéricamente se entiende como cultura popular y, por lo tanto, expuestos a mayores audiencias. En todos ellos se examinará cómo se centran en el motivo de la playa. En la discusión se argumentará que los estudios culturales tienen la capacidad de contribuir significativamente a debates de tipo moral y, más concretamente, al que gira sobre qué actitudes pueden considerarse éticamente aceptables en las sociedades occidentales. Así, y al contrario de lo que sucede en el seno de otras disciplinas académicas, los estudios culturales están íntimamente relacionados con la realidad y la política, emergiendo por lo tanto como una disciplina ajena a la torre de marfil que es el mundo académico, ya que aborda la vida y, lo que es aun más importante, puede tener un impacto práctico sobre la misma.
This article investigates the cultural potential of the beach as a concrete place, a meaning-laden space, and finally as a metaphorical setting of idealistic vision. In conjunction with the politically heated dimension of beaches as borders to fugitives, the relevance that the humanities play in society is discussed placing particular emphasis on the role of cultural studies. Quite a number of cultural products both from the canon of high culture and from popular culture reaching wider audiences will be examined in the way they centre on the pivot of the beach. Cultural studies, it will turn out, is able to significantly contribute to discussions on morals and, beyond that, to the question of what attitudes in Western societies can be considered ethically acceptable. Thus, in contrast to many other academic disciplines, cultural studies is closely linked to reality and politics so that it is a discipline away from the ivory tower of academia because it deals with life and, most importantly, can have a practical impact on it.
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