Tras la primera toma de esta «película» en torno al problema del satanismo, toma que fue más descriptiva y de puesta al día de la situación, el autor hace esta «segunda toma», de carácter más teológico y doctrinal. En esta «segunda toma» se deben abordar tres cuestiones: la primera es el problema de la existencia del diablo, según aparece en los documentos del magisterio de la Iglesia y en la teología, aunque la cuestión no ha sido objeto de una definición dogmático-doctrinal precisa y específica. La única de que disponemos tiene como objetivo directo despejar la posibilidad de toda interpretación dualista de lo divino. Una segunda cuestión es la del de carácter persónal que pueda tener esta existencia. La tercera es la cuestión de la posesión demoníaca o diabólica, las características sintomáticas que se le han atribuido, la interpretación de esta sintomatología fenomenológica de los presuntos casos de posesión demoníaca y la práctica del exorcismo en la Iglesia.
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