El aprendizaje connatural a todos los niños y las niñas se va transformando en la escuela en una tarea ardua, dificultosa y aburrida, y el deseo y placer por aprender da paso a la obligatoriedad y al sentimiento de incapacidad. Ellos/as no son conscientes de la gran riqueza epistemológica de sus saberes pero quiénes les educan deben saber de qué son capaces, por qué lo son y hasta dónde podrían llegar si son guiados/as adecuadamente. Todos/as propenden a aprender pero esta capacidad se pierde no por la maduración biológica, psicológica, social y cultural, sino por la influencia negativa de un modelo paradigmático de concebir el aprendizaje. Quiénes trabajamos en la escuela, estamos en condiciones de mostrar que los niños y las niñas son geniales, que no hay que luchar contra ellos para que aprendan, sino ayudarles para que fluyan como aprendientes gozosos. No es una perspectiva utópica, ya que somos profesionales que nos hemos preparado para tales menesteres.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados