Esta presentación forma parte de una investigación doctoral en Trabajo Social cuyo principal objetivo fue analizar el concepto de eco-villas y la intervención del Trabajo Social a través de una visión multifocal con un enfoque de empoderamiento, en el que las comunidades y sus colaboradores son coautores en el proceso participativo de construcción colectiva de un desarrollo integrado y sostenible. Se intentaron identificar las herramientas básicas necesarias para una práctica ambiental en el dominio del Trabajo Social y comprender cómo la implicación de varios sectores de comunidades vulnerables es importante para el desarrollo sostenible y para el reforzamiento de la práctica en red de los trabajadores sociales. La metodología elegida fue el paradigma interpretativo, un estudio de naturaleza explicativa, utilizándose métodos cuantitativos y cualitativos, tales como la observación no participante, la encuesta y entrevistas semiestructuradas. Los resultados subrayan que el trabajo social establece un fuerte nexo con el desarrollo ambiental y sostenible, como profesión y como disciplina académica. Se centra en los derechos humanos, la justicia social y el desarrollo de la comunidad, creando una base sólida para intervenciones participativas sólidas y procesos internacionales para la práctica ambiental. Un modelo eco-social para el trabajo social otorga un valor especial a la interrelación entre las dimensiones sociales y ambientales y es un activo para la profesión dado su carácter intervencionista y su significado social. Por lo tanto, la intervención, junto a la investigación, ofrece a los profesionales la oportunidad de reflexionar e innovar en su práctica profesional y posicionarse a fin de conseguir la justicia ambiental y promover el desarrollo sostenible, lo que implica un reto complejo ante la división que efectúan las estructuras sociales entre las personas y el ambiente.
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