El rol de las y los profesionales del Trabajo Social implica un compromiso teórico, técnico de forma constante en el tiempo, donde debemos tomar decisiones: “La profesión del Trabajo Social es una profesión ética”. Debemos poseer una serie de condiciones imprescindibles para cometer una intervención, como es presentar una serie de disposiciones morales, para confrontar éticamente, aquellas situaciones a las que nos enfrentaremos en nuestras intervenciones futuras. Las normas y reglas que guían a las trabajadoras y trabajadores sociales, establecidas por Organizaciones Profesionales del Trabajo Social, son de dos tipos: Código Ético y Código Deontológico. La dimensión deontológica se ocupa de todo lo relativo a la práctica de las y los profesionales del Trabajo Social, mientras que los códigos éticos regulan el comportamiento de las y los profesionales. La regulación de nuestra práctica profesional tiene como principal motivo ayudar a la resolución de aquellas dificultades y problemas que aparecen intrínsecos en el desarrollo del Trabajo Social. El designio y aplicación de nuestro código deontológico es el de servir de orientación hacia una buena praxis y su cumplimiento a diferencia de los códigos éticos, es de obligado cumplimiento. El cumplimiento del nuestro código deontológico es inherente a nuestra labor profesional. Sin embargo, en nuestra praxis diaria, los y las profesionales del trabajo social nos enfrentamos a dilemas y conflictos éticos provocados por agresiones y por abusos de poder que pueden debilitarnos, hacernos flaquear, cuestionar nuestros principios y preguntarnos qué mecanismos de defensa debemos poner en marcha para protegernos y proteger nuestra profesión. Por ejemplo, que ocurría si un trabajador social, cumpliendo con los Principios Éticos del Trabajador Social. Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social (AIETS) 2004, en concreto el 4.2.4. se opone a las políticas y acciones injustas y llama la atención de sus empleadores, legisladores, políticos y de la sociedad en general sobre aquellas situaciones en las que los recursos son inadecuados o cuando la distribución de los recursos, políticas y prácticas son opresivas, injustas o perjudiciales. Podría enfrentarse a una presión política y abuso de poder pudiera generarle un conflicto-dilema ético. ¿Qué podría hacer? ¿Se identificaría cómo un Dilema Ético? Con esta comunicación pretendo identificar tipos de agresiones que puedan sufrir los y las trabajadores/as sociales, trasladar alternativas constructivas de protección de la profesión, resaltar la importancia de nuestra ética profesional junto a la labor importantísima e imprescindible de los Colegios Profesionales de velar por la ética profesional y por la solución y actuación en la resolución de los conflictos éticos.
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