Barcelona, España
Desde la formalización del trabajo social como disciplina profesional y científica a finales del siglo XIX se ha evolucionado mucho, especialmente en el ámbito de los métodos, modelos y metodologías de intervención social, pero desde una perspectiva teórica no se ha desarrollado una sistematización de la intervención social ni un lenguaje profesional específico. La falta de un lenguaje homogéneo genera debilidades: dificultades en la comunicación, falta de desarrollo de investigaciones sobre la prevalencia de situaciones de necesidad social (dependiendo para ello de otras disciplinas), límites en el desarrollo de metodologías para la intervención social y, entre otras, protagonismo de la administración pública en cuanto desarrollo de una conceptualización sistematizada. La intervención profesional se fundamenta en la relación que se establece con las personas que, a su vez, se vehicula mediante el lenguaje. La complejidad de las necesidades y situaciones requiere de un lenguaje para nombrarlas, para visibilizarlas. Finalmente, la irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) requiere de conceptos estructurados y la falta de un modelo y un lenguaje propios han supuesto la imposición de clasificaciones desde la administración con finalidades más estadísticas que como herramientas para la intervención social.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados