Impactante instalación que juega con la luz y el lugar en el que se realiza, la ciudad volcánica de Olot. Una lengua de fuego surge de un misterioso edificio abandonado, se expande, colma el espacio a su alrededor. Un manto de pequeñas figuras de origami retro iluminadas con los colores del fuego, rojos, naranjas, amarillos; un fuego de papel, una dualidad imposible que, mediante el ingenio, logra una transformación inquietante a la vez que sugerente del pasado geológico del lugar.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados