Emiliano Gonzalez, Gorka Landaburu
En Euskadi, ser jurado impone. Sobre todo si se trata de un proceso con connotaciones políticas. No ha sido fácil encontrar a nueve ciudadanos dispuestos a juzgar a un presunto asesino miembro de Jarrai. Al final serán ocho mujeres y un hombre sin piedad (y sin miedo).
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