La cadena de bloques, o blockchain, constituye una nueva tecnología que adquirió notoriedad hace justamente una década, con el nacimiento del “dinero virtual”. Son muchos los que auguran que cambiará nuestras vidas, nuestras formas de trabajar, de comerciar con productos y servicios, de entretenernos… El sector de la energía no va a ser en absoluto ajeno a su influencia. Y la industria gasista española cuenta ya con el primer precedente de una operación de transacción de gran volumen llevada a cabo con esta tecnología.
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