Fuma un cigarrillo tras otro y no sigue ningún plan o tratamiento para el cuidado de la voz, pese a que es ésta uno de sus más preciados tesoros. Abilio Fernández, simplemente Abilio para la profesión, es uno de los dos locutores que se dedican de lleno a la publicidad en España. Canta las excelencias del coche X o de la crema facial Y desde hace un cuarto de siglo y su voz sigue siendo una de las más solicitadas. No puede llevar la cuenta de las veces que se ha situado delante de un atril, frente a un micrófono; ha pisado con su pie izquierdo una de las patas del trípode del atril; ha juntado el dedo índice y el pulgar de su mano derecha y ha adelantado esta hasta casi tocar el micrófono, al tiempo que pronunciaba la última frase o palabra de un spot o cuña. Abilio es la voz, aunque su boca, sus ojos, su rostro sean un absoluto misterio para la mayoría de los que le escuchan.
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