En teoría, la relación política entre los consejeros y el rey debía presentarse de manera equilibrada puesto que aquellos trabajaban por el bienestar del reino y la prosperidad del soberano. Sin embargo, los hechos relatados por las crónicas demuestran lo contrario. El Consejo actuaba, en la mayoría de los casos, siguiendo su propia conveniencia a la hora de recomendar estrategias gubernamentales; lo mismo ocurría de parte de la Corona cuando debía aceptar o no un consejo que no respondía a sus propios intereses. Además, según los textos, los asesores de la realeza buscaban ocupar espacios de poder mediante la posición privilegiada que detentaban y la influencia que ejercían sobre las decisiones de la Corona.
Théoriquement, la relation politique entre les conseilleurs et le roi se déroulait harmonieusement, parce que ceux-là travaillaient pour le bien être du royaume et la prospérité du souverain. Or les faits racontés par les chroniques démontrent bien le contraire. En effet, la propre convenance s’emparait du Conseil lorsque il s’agissait de recommander une stratégie pour le gouvernement. Il en allait de même lorsque la royauté devait accepter un conseil qui ne répondait pas à ses propres intérêts. En outre, d’après ces textes, les consultants de la royauté cherchaient à occuper les espaces de pouvoir à travers la position privilégiée qu’ils détenaient et l’influence qu’ils exerçaient sur les décisions royales.
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