Mikel Azparren es un ciclista de retos casi imposibles. Hacer el Camino de Santiago desde Roncesvalles en menos de 24 horas o recorrer los 840 kilómetros que separan Versalles de San Sebastián en menos de 25 son dos de sus últimas locuras. Casi lo de menos es conseguirlo. El mero hecho de intentarlo ya es digno de admiración y respeto. Hablamos con este entrenador de ciclismo y padre de familia después de intentar por segunda vez el reto de Versalles-Donostia.
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