La electricidad, es una de las principales fuentes de energía utilizada en el ámbito doméstico e industrial, tal popularidad supone ciertos riesgos asociados a su utilización, así como lo puede ser una quemadura eléctrica. El efecto del contacto entre el cuerpo humano y la energía eléctrica puede ser catastrófico, de acuerdo al tipo y potencia de la corriente eléctrica, el voltaje, resistencia del tejido expuesto y tiempo de exposición, puede ocasionar desde lesiones superficiales, hasta lesiones profundas, afectando negativamente el correcto funcionamiento orgánico. El tratamiento inicial recomendado se basa en fluidoterapia y monitoreo cardíaco, una vez estabilizado el paciente se procederá con las intervenciones quirúrgicas a las que haya lugar, tales como remoción de la quemadura, cobertura de heridas, injertos cutáneos, para finalmente entrar en la fase de cirugía reconstructiva.
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