El bien común es propiedad de la comunidad política; es el bien del ser humano que, siendo ontológicamente apropiado para cada persona, es necesariamente común a todas las personas. El bien común es, por lo tanto, el objetivo de la política entendida como realeza (y no como un ejercicio de soberanía); representa el criterio del orden propio de la comunidad humana. Es el bien de la razón entendido en un sentido contemplativo y, en consecuencia, es el bien de la persona “naturae racionalis individua substantia”. Las teorías políticas modernas, erróneamente, identifican el bien común como un bien privado (modernidad débil) o como un bien público (modernidad fuerte). Carecen de la objetividad propia del bien, ya que hacen que el contenido dependa de la voluntad, ya sea la del individuo que se determina a sí mismo como desea, o la del Estado que ejerce su poder soberano e incondicional.
The common good is the good of the political community. It is the good of the human being and it is necessarily common to all people, because it belongs to them on the ontological level. The common good is, therefore, the purpose of politics understood as royalty (and not as an exercise of sovereignty); it represents the criterion of the proper order of the human community. It is the good of reason, understood in a contemplative sense and consequently it is the good of the person “naturae rationalis individuua substantia”. Modern political theories, mistakenly, identify the common good or as a private good (weak modernity), or as a public good (strong modernity). They lack the objectivity proper to the good, because they make the good depend on the content of the will.
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