Juan Carlos Rodríguez Ibarra es una persona mucho menos dura de lo que parece ser en la radio. Porque esas frases rotundas, contundentes, se ven matizadas cuando uno escucha la argumentación completa. El tópico de que tiene una cabeza bien amueblada es cierto en este caso: mantiene un discurso lúcido, dialéctico, a veces de tono profesoral. Dice las cosas como las siente y a veces sientan mal las cosas que dice. Pero no cabe duda de que este socialista, el más veterano de todos ellos en el poder, es un hombre sincero y honesto. Por eso, Extremadura lo ama y vota.
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