Faraj A. Santirso, Marisol Lila, Enrique Gracia
Las estrategias motivacionales se encuentran entre los enfoques más prometedores para mejorar la eficacia de los programas de intervención con maltratadores. El plan motivacional individualizado (PMI) es una de estas estrategias motivacionales. El presente estudio tiene como objetivo explorar si añadir un plan motivacional individualizado a un programa estándar de intervención con maltratadores mejora la alianza de trabajo facilitador-participante y la conducta proterapéutica de los participantes. Para ello se realizó un ensayo clínico aleatorizado. Ciento cincuenta y tres hombres condenados por violencia de género fueron asignados aleatoriamente bien a un programa estándar de intervención con maltratadores (condición control, n = 79) o bien a un programa estándar de intervención con maltratadores más PMI (condición experimental, n = 74). La alianza de trabajo (i.e., alianza general, acuerdo y vínculo) se evaluó con la versión breve del Working Alliance Inventory-Observer. Las conductas proterapéuticas (i.e., asunción de responsabilidad, rol conductual del participante y valoración del grupo) fueron evaluadas con el Observational Coding of Protherapeutic Group Behavior. Tanto la alianza de trabajo como las conductas proterapéuticas fueron evaluadas por un observador externo al principio y al final de la intervención. Los resultados mostraron que tanto la alianza de trabajo general como el acuerdo y el vínculo fueron significativamente mayores en la condición experimental, tanto al principio como al final de la intervención. La expresión de todas las conductas proterapéuticas al inicio de la intervención fue significativamente mayor en la condición experimental, así como al final de la intervención para la asunción de responsabilidad y la valoración del grupo. Los resultados tienen importantes implicaciones prácticas, puesto que muestran con claridad que una estrategia motivacional como el PMI mejora procesos clave de la intervención con maltratadores (i.e., la alianza de trabajo y las conductas proterapéuticas), mejorando por lo tanto la efectividad de estos programas.
Motivational strategies are among the most promising approaches to improve the effectiveness of batterer intervention programs (BIPs). An individualized motivational plan (IMP) is one of these motivational strategies. The present study aimed to explore whether adding an IMP to a standard BIP improved the participant-facilitator working alliance and participants’ protherapeutic behaviors. To this end a randomized controlled trial was conducted. One hundred fifty-three men convicted of intimate partner violence were randomly assigned to either a standard BIP (control condition, n = 79) or a standard BIP plus IMP (experimental condition, n = 74). Working alliance (i.e., general working alliance, agreement, and bond) was assessed with the Working Alliance Inventory-Observer, short version. Protherapeutic behaviors (i.e., assumption of responsibility, participant role behavior, and group value) were assessed with the Observational Coding of Protherapeutic Group Behavior. Both working alliance and protherapeutic behaviors were assessed by an external observer early and late in intervention. Our results showed that both general working alliance and agreement and bond, were significantly higher in the standard BIP plus IMP intervention condition, both early and late in intervention. All protherapeutic behaviors were significantly higher in the standard BIP plus IMP early in intervention, and also late in intervention for assumption of responsibility and group value. Our findings have important practical implications as our results clearly showed that a motivational strategy tool such as the IMP improves key intervention processes (i.e., working alliance and protherapeutic behaviors) in BIPs, therefore increasing their effectiveness.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados