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Ceuta y Melilla: Una visión de futuro

  • Autores: Beatriz Mesa
  • Localización: Pre-bie3, Nº. 1, 2012
  • Idioma: español
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      En la última década, Marruecos y España han conseguido convertirse en “socios naturales” a pesar de que el conflicto territorial con Ceuta y Melilla- dos ciudades reclamadas por el sultán alauí desde la independencia de Marruecos- sigue estando vigente. Los diferentes responsables del Ejecutivo español que han realizado visitas oficiales en Marruecos han subrayado que, por encima de las diferencias políticas sobre el futuro de Ceuta y Melilla, ambos vecinos tienen la intención de continuar estrechando lazos en clave comercial y en clave de la seguridad. La cooperación en la lucha contra las amenazas del mediterráneo es elemental: Desde el combate contra el crimen organizando, el terrorismo o la inmigración clandestina.

      El problema reside cuando, desde el país magrebí, se instrumentaliza políticamente el litigio territorial y se utiliza como elemento de presión para otros expedientes. Lo vimos el pasado año cuando el poder central (Majzén) llamó a los “alborotadores” de la ciudad marroquí de Nador, colindante con Melilla, para que protagonizaran una ola de protestas contra España y a favor de la marroquinidad de la ciudad española. El motivo de estas protestas nada tenía que ver con la histórica reivindicación sino con una foto que desde un helicóptero español se le hizo al Rey, Mohamed VI, mientras veraneaba en uno de sus lugares de reposo, en Alhucemas, al norte de Marruecos, y aquella foto que invadió la intimidad del monarca enfadó tanto al soberano que desembocó en las protestas de la frontera de Beni Enzar, provocando así una nueva crisis bilateral que culminó con la visita de un representante español a la capital rabatí.

      Con todo, los problemas políticos no afectan a la realidad social de ambas ciudades, un paraíso multicultural e interreligioso, que podría servir de espejo para el resto de las poblaciones españolas aún reticentes a la mezcolanza de las diferentes culturas.

    • English

      In the last decade, Morocco and Spain have managed to become "natural partners" despite the territorial dispute with Ceuta and Melilla, two cities claimed by the Alawite Sultan of Morocco since independence. The Spanish officials who have paid visits to Morocco underlined that beyond political differences on the future of Ceuta and Melilla, both countries intend to continue strengthening ties in key commercial and security key. Cooperation in combating the threats of the Mediterranean is elementary: From fighting organized crime, terrorism and illegal immigration.

      The problem is when, from the North African country was politically instrumentalized the territorial dispute and used as leverage for other records. We saw last year when the central power (Makhzen) called the "troublemakers" in the Moroccan city of Nador, adjacent to Melilla, to star in a wave of protests against Spain for the Moroccan and the Spanish city. The reason for these protests had nothing to do with the historical claim but with a picture from a Spanish helicopter that was done to the king, Mohamed VI, while vacationing in one of his resting places in Al Hoceima, northern Morocco, and that photo that invaded the privacy of the sovereign king so angry protests leading to the border of Beni Enzar, causing a new bilateral crisis that culminated with a visit to a Spanish representative to Rabat.

      However, political problems do not affect the social reality of both cities, a multicultural and interfaith haven, which could serve as a mirror for the rest of the Spanish population still reluctant to the mixture of different cultures.


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