Los partidos políticos son esenciales para la vida de un Estado democrático saludable. En los últimos años, la participación de los votantes ha disminuido significativamente debido a la ineficacia de las partes cuando se trata de entender las necesidades colectivas de la sociedad, aumentada por la respuesta rápida de la diversidad de medios. De todos modos, las estructuras políticas del Partido fueron perdiendo fuerza con el paso del tiempo y los procesos socioculturales se hundieron en un proceso de dilución rápida de alianzas electorales, lo que condujo a la gestación de una tendencia influyente que altera la percepción y una crisis de representación.
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