En Lombardía la pandemia ha dejado y deja tras de sí un descomunal rastro de dolor y muerte. Contra ella ha luchado en un combate cuerpo a cuerpo el personal sanitario de esta región, probablemente la zona europea más castigada por el coronavirus. Este esfuerzo, que ha costado la vida a muchos de ellos, ha sido reconocido en numerosas ocasiones por el Papa Francisco, la más reciente, durante una audiencia el pasado sábado 20 de junio.
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