Valencia, España
¿La aplicación de metodologías vinculadas con el aprendizaje cooperativo obliga al docente –directa o indirectamente– a tener que plantear dos sistemas distintos de o para la evaluación del alumnado, uno para aquellos que asisten regularmente a las clases, y otro más tradicional para los que no lo hacen? Y en el supuesto de no aplicar esta doble alternativa, ¿crece el riesgo de obtener peores evaluaciones de su docencia, sobre todo procedentes de aquellos que no han asistido a clase regularmente, y por tanto ahora tienen mayores dificultades o la imposibilidad de superar la asignatura? Por tanto, ¿tiene efectos colaterales la aplicación del aprendizaje cooperativo?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados