Introducción. El accidente cerebrovascular isquémico es una complicación bien conocida de la migraña, pero la asociación de esta última con la hemorragia cerebral se ha comunicado en pocas ocasiones. Caso clínico. Mujer de 56 años con una larga historia de cefaleas y abuso de ergotamina y analgésicos que fue internada por convulsiones generalizadas, hemiparesia derecha y coma. La tomografía computarizada cerebral de ingreso mostró múltiples focos leves de hemorragia corticosubcortical en varias regiones de ambos hemisferios. En los dos años previos había aumentado el consumo de anticefaleicos; llegó a tomar por día de dos a seis comprimidos, con 1 mg de ergotamina y 500 mg de dipirona, además de 500 a 1.500 mg de aspirina. A pesar de que la dosis de ergotamina semanal excedía la máxima permitida de 10 mg, no se puede considerar esta complicación una manifestación típica ni pura de ergotismo. Descartadas las causas usuales de accidente cerebrovascular, el mecanismo más probable fue una intensa y prolongada vasoconstricción secundaria a la migraña y a la ergotamina, donde el daño del endotelio capilar atribuible a esta última y la alteración de la hemostasia local inducida por la aspirina pudieron desempeñar un papel crítico. Si bien al alta la paciente no tenía secuelas motoras y pudo reintegrarse a su trabajo, una evaluación neuropsicológica que se hizo cuatro meses después mostró defectos subclínicos en dominios dependientes del funcionamiento frontal. Conclusión. Esta complicación, potencialmente mortal y discapacitante, debe alertar a los médicos sobre los riesgos de la combinación abusiva de ergotamina y aspirina, y llevarles a dirigir sus esfuerzos a prevenir, reconocer a tiempo y controlar la propensión a la automedicación de muchos pacientes que sufren cefaleas a diario.
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