Rafael Fuentes Guerra Soldevilla
Al ser la cerámica una de las primeras manifestaciones de la actividad humana, no es de extrañar que estas artes hayan tenido su representación gráfica desde los albores de la humanidad, incluso desde aquellos nebulosos tiempos de la prehistoria y de la protohistoria. Cuando, en épocas posteriores, la vida humana se desenvuelve en condiciones de más intensa relación, y se apunta con más vigor el espíritu corporativo, la cerámica empieza a mostrar sus primeras manifestaciones económico-industriales.
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