Vivimos en una sociedad ruidosa. El sonido no cesa. A veces buscado.
Otras veces impuesto. Ruido de informaciones incesantes que llegan por todos los frentes, máquinas encendidas que no dejan de sonar, y quizás también algo de miedo al vacío y al silencio. Sin embargo, el silencio es necesario en la vida para tomar distancia, adquirir pers‑ pectiva sobre las cuestiones importantes de nuestra vida, y para no quedarnos en la superficie de las historias. En este artículo se descri‑ be cómo se va imponiendo el ruido en nuestra sociedad, y también algunos ingredientes y caminos para recuperar un silencio saludable y necesario.
Sal Terrae, 107 (2019) 487-499
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