Francisco José Prieto Fernández
La mundanidad espiritual es una de las tentaciones que, según el papa Francisco, acecha a los agentes de pastoral (cf. EG 93-97), caracterizando a una Iglesia "autorreferencial". En un texto manuscrito del todavía cardenal Bergoglio, reflejo de su intervención en una de las sesiones previas al cónclave de marzo de 2013, se puede leer que esta mundanidad nace en una Iglesia que deja de ser mysteriumlunae.Esta es una fórmula a la que los Padres de la Iglesia recurrieron para sugerir cuál es la verdadera naturaleza de la Iglesia y el obrar que le corresponde. Los antiguos cristianos no sólo supieron ver en el sol (Helios) la resplandeciente imagen deCristo, verdadero sol de justicia, sino que, en consonancia con las Escrituras, vieron en la Luna (Selene) el símbolo maternal que acoge humildemente la luz, materializado en María y en la Iglesia.
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