Vida y muerte, individuo y comunidad se consideraron en la Grecia del siglo V a. C. como verdades antagónicas que no se excluyen entre sí. En la medida en que el pensamiento trágico se alimenta de verdades antagónicas, la tragecia griega ofrece una completa información sociológica sobre la evolución de aquellas dualidades. Durante el período clásico, la cultura se desarrolló muy cerca de la vida cotidiana y fue la idea de la muerte la que prevaleció sobre el deseo de inmortalidad. Sin embargo, el dominio de la cohesión social y de la fidelidad al estado-ciudad amortiguaron la presencia de la muerte y fue la vida la que triunfó sobre ella. Por el contrario, a finales de estaépoca, la cultura se evadió de la vida cotidiana y entonces fue el deseo de inmortalidad el que se acrecentó. Al mismo tiempo, se descompuso la sociedad y el individualismo le ganó terreno al espíritu comunitario. La muerte, así, vencía a la vida y, con ella, a la misma tragedia.
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