El engaño contable tiene consecuencias negativas para la mayoría de usuarios de la contabilidad, entre los que se encuentran los inversores, auditores, bancos y las Administraciones Públicas. En el caso de los auditores, aunque la auditoría de cuentas no suele tener por objetivo la detección de fraudes, es conveniente que se hagan pruebas para detectar si las cuentas anuales son fiables. En este artículo se proponen cinco técnicas basadas en ratios y se aplican a una empresa que ha sido objeto de un importante fraude contable
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