El estado monárquico autoritario de los siglos XV a XVII ha sido considerado como una clave esencial para el desarrollo de una economía de mercado en Europa. No obstante, ha de tenerse en cuenta que este mismo marco institucional implicaba necesariamente la supervivencia de instituciones ineficientes que no ayudaban a la integración de los mercados, que con mayor o menor relevancia estuvieron presentes a lo largo de todo el continente europeo. Estas limitaciones fueron la fijación de precios, el establecimiento de almudís, pragmáticas que garantizasen el abastecimiento de las ciudades y, en mayor medida, el cierre de las fronteras interiores que impedían la libertad de las mercancías por el propio país con el fin de garantizar el suministro de las zonas productoras. No puede defenderse que estas actuaciones a priori contradictorias con la convergencia de los mercados internos sean consideradas como el lastre institucional para entender la ausencia de un crecimiento económico y, por lo tanto, justificar la potencialidad de la demanda como motor del desarrollo en aquellas regiones en las que dichas ineficiencias se veían reducidas. Es necesario entender bajo qué condiciones operaban las leyes del mercado en el siglo XVI que hacen que no puedan ser usadas como conceptos explicativos atemporales y que muestran cómo la monarquía se vio condicionada a operar de una manera determinada buscando contrarrestar las consecuencias negativas de una excesiva integración potenciada por la demanda.
Authoritarian Monarchies in the Early Modern period have been considered as a keystone of the outset of the market economy in Europe. However, as a result of their own need of coexistence with other power institutions, it has to be taken into account that those monarchies implied the survival of inefficient economic arrangements that did not precisely contribute to market integration across the Continent. Among the inefficient economic policies we can lists fixed prices as well as communal granaries, charts to assure cites supply or handicaps to free movement of goods by the customs policy into the realms. It would be mistaken to argue that those policies against free internal trade were a burden for the economic growth without analyzing the special conditions under which market run in the 17th century. The effects of the demand over the supply were not identical everywhere and, hence, its use as an explanatory concept for economic growth takes the risk of being used without an empirical base. This paper focuses on the effects that the demand caused over the householders, the appearance of rent‐seeking and the consequences of high cereals prices that forced the Monarchy to limit the free internal trade in order maintaining the social status quo.
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