Antecedentes históricos del caballo criollo chileno

• Néstor Sepulveda Becker ^[1] ; Gastón Sepúlveda Truan ^[1]
  1. [1] Universidad de La Frontera

     Universidad de La Frontera

     Temuco, Chile

     
• Localización: Actas del XXIV Congreso nacional y XV Iberoamericano de historia de la veterinaria: Almería del 26 al 28 de octubre de 2018 / Emilio Gómez-Lama López (dir. congr.), Luis Ángel Moreno Fernández-Caparrós (col.), 2018, págs. 199-204
• Idioma: español
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    Los caballos arribaron a América en 1493 en el segundo viaje de Cristóbal Colón, llegando a la Isla Española. Los orígenes del caballo chileno se remontan al año 1540, cuando el conquistador Pedro de Valdivia introdujo desde el Virreinato del Perú en su expedición los primeros 75 ejemplares, con los que cruzó el desierto de Atacama. Tres años más tarde, Alonso de Monroy trajo 70 productos más, los que se incrementaron con 4 remesas que llegaron desde el Cuzco, Perú, que en menos de 7 años conformaron una masa caballar de alrededor de 500 equinos. En 1544 se establece el primer criadero del país a cargo del padre Rodrigo González Marmolejo. En 1585 los guerreros araucanos incorporaron a sus las al caballo y mas tarde se convertirían en jinetes más valientes y expertos. En 1820 el caballo chileno se comenzó a perlar con tres tipos denidos por sus usos: el de paseo o de lujo, constituido por ejemplares de contextura gruesa y corpulenta; el de paso o viajero, que era un caballo de pechos algo más angostos, cruz baja y muy andador; y el de trote o marcha, utilizado para faenas agrícolas y por el Ejército. En 1893 un grupo de criadores, encabezado por Raimundo Valdés, pidió la apertura de un registro de raza pura. Es así como en ese año se inauguró ocialmente el registro del caballo chileno, en un momento en que la formalización de las razas caballares era una idea que no existía en América. Esto convierte al Caballo chileno en la raza con registro más antiguo en Sudamérica, teniendo también el tercer registro más antiguo en todo el Hemisferio Occidental. Entre 1893 y 1900 se lograron inscribir un total de 262 productos

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    The horses arrived in America in 1493 on the second trip of Christopher Columbus, arriving at the Española Island. e origins of the Chilean horse go back to the year 1540, when the conqueror Pedro de Valdivia introduced from the Vireinato of Peru in his expedition the first 75 animals, with which he crossed the Atacama Desert. ree years later, Alonso de Monroy brought 70 more roducts, which increased with 4 shipments from Cuzco, Peru, which in less than 7 years made up a horse mass of around 500 horses. In 1544, the first hatchery in the country was established by Father Rodrigo González Marmolejo. In 1585 the Araucanian warriors incorporated the horse into their ranks and later became more courageous and expert horsemen. In 1820 the Chilean horse began to be outlined with three types defined by its uses: the one of stroll or of luxury, constituted by specimens of thick and corpulent texture; the one of step or traveler, that was a horse of somewhat smaller breasts, low cross and very walker; and the one of trote or march, used for agricultural tasks and by the Army. In 1893 a group of breeders, headed by Raimundo Valdés, requested the opening of a purebred registry. is is how in that year the Chilean horse registry was ocially inaugurated, at a time when the formalization of the horse breeds was an idea that did not exist in America. is makes the Chilean Horse the oldest registered race in South America, also having the third oldest record in the Western Hemisphere. Between 1893 and 1900, a total of 262 products were registered