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Jardines del Doctor Pla i Armengol. Barcelona. España

  • Autores: Anna Planas Esquius, Chiara Segatti, Pere Santos Forrellad, Josep Maria Sant
  • Localización: On diseño, ISSN 1695-2308, Nº. 398-399, 2020
  • Idioma: español
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  • Resumen
    • Valoración del Jurado: Contexto. Antiguo jardín de una mansión de residencia e investigación en la zona elevada de la ciudad. Se trata de un espacio vedado desde siempre a esta, cuyos barrios crecieron a su alrededor a lo largo de un siglo. Finalmente, ha sido abierto a la ciudadanía y los ha reconectado. La intervención apuesta por la recuperación histórica del lugar y de la biodiversidad a escala urbana y metropolitana. Destaca la interesante conjunción entre naturaleza, jardín histórico y patrimonio, con vegetación autóctona, zonas protegidas, hoteles de insectos como estrategias urbanizadoras de hibridación de los ecosistemas que necesitamos tanto las personas como todas las especies con las que convivimos en la ciudad.

      El ámbito de los jardines, de 3,6Ha, corresponde a una isla verde hasta hace poco privada, cedida recientemente al Ayuntamiento.

      El edificio existente así como el jardín novecentista que la rodea es de 1930, obra de Alfonso Florensa y Ferrer. Los jardines históricos suponen 1,25Ha, un tercio del ámbito, y están catalogados con nivel B. El edificio acoge la sede de la Fundación Ramon Pla Armengol, actualmente dedicada a la promoción de la colección de mueble antiguo de Núria Pla, la hija del doctor. A finales de los años veinte del siglo XX el Instituto Ravetllat-Pla fue seguramente el primer gran laboratorio farmacéutico del país.

      La presente intervención en los jardines excluye la edificación, que tiene una concesión a la Fundación para gestionar el museo. La actuación forma parte del Pla del Verd i la Biodiversitat de Barcelona, y es una pieza importante dentro del Corredor Ciutadella-Collserola, siendo conector entre el Parque de Tres Turons y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. La finalidad es abrir este espacio como parque público, y al mismo tiempo mantener y preservar el patrimonio, tanto el natural como el histórico, con un objetivo a escala global de promoción de la biodiversidad. Se ha ejecutado un grado de urbanización mínima, preservando un gran número de árboles de gran porte, con recorridos y zonas de estancia de pequeño formato para disfrutar del espacio verde y del patrimonio histórico. Destacan tres ámbitos claramente diferenciados:

      - El ámbito catalogado de jardín novecentista, donde se mantiene la unidad estilística del conjunto, e incluye espacios ajardinados de representación y otros de carácter más doméstico. Se ha recuperado el patrimonio histórico y artístico restaurando muros, fuentes y balaustradas, así como las balsas originales, reconstruyendo pilastras y pérgolas de madera.

      - Al oeste, donde estaban los antiguos establos de los caballos y con menos preexistencias valiosas, se sitúa el parque más público. Aquí se modifica puntualmente la topografía para acercarse a la ciudad. En este espacio se sitúan las gradas, la plaza verde, los juegos infantiles y los miradores con vistas.

      - Al sudeste, el ámbito restringido para los huertos urbanos y para la promoción de la biodiversidad, con ambientes húmedos y recorridos educativos y pedagógicos, preservando un elevado número de almeces y de muros de piedra seca.

      El conjunto de balsas naturalizadas, con un sistema de recirculación de caudal, permiten el fomento de ecosistemas propios de ambientes húmedos, promoviendo la presencia de anfibios, aves e invertebrados acuáticos. El suelo permite la infiltración de agua de lluvia hacia el acuífero con pavimentos y coberturas vegetales permeables así como sistemas de drenaje sostenible. En el ámbito de los huertos, el más bajo, se sitúa una zona de laminación que en casos extremos de lluvia permite la infiltración progresiva en el terreno.

      En los confines se propone una valla viva de sauce, de hoja perenne, como reclamo y fachada de lo que ocurre dentro: el cambio y movimiento de los ciclos naturales y las estaciones. Allí donde la valla vegetal no es posible, una valla de redondos de acero galvanizado soldados de manera irregular dan movimiento y transparencia, asimilándose a la valla viva.

      Se escoge una selección reducida de materiales, sin elementos discordantes ni aparentes para poner en relieve el valor vegetal e histórico. Los materiales principales son la arena y la madera, integrados con el sotobosque y las zonas de acolchado orgánico.


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