Las decisiones con respecto a la sucesión del consejero delegado son más importantes que nunca para el éxito de una organización. No debe sorprender, por tanto, que los consejos de administración insistan en participar en el proceso y que no dejen que sea el consejero delegado saliente quien tome la decisión. Sin embargo, cabe preguntarse si están haciendo un buen trabajo los consejos de administración. La serie de consejeros delegados de algunas de las organizaciones más conocidas cuyos mandatos han sido fugaces -como Douglas Ivester en Coca Cola, Michael Hawley en Gillete y Rick Thoman en Xerox- sugiere la existencia de problemas. Sin embargo, como se muestra en este artículo, las empresas que identifican los riesgos pueden tomar decisiones de sucesión que resisten la prueba del tiempo.
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