María Begoña Etxebarria Robledo, Carlos Fernández Isoird, Francisco Sánchez Fuente
En un entorno eminentemente industrial como el nuestro, conceptos como el conocimiento resultan difíciles de evidenciar. Durante muchos años se ha destacado la importancia de este activo, apuntado el interés de su aprovechamiento a futuro para las organizaciones que pretendan mantener su competitividad. Sin embargo, resulta complejo su visualización por parte de aquellos que han de tomar las medidas para su gestión. Pues bien, adaptemos este activo y tangibilicémoslo para que tome una forma familiar para aquellos que están acostumbrados a gestionar activos tangibles; la máquina. La "máquina del conocimiento" necesita de una gestión totalmente diferente a una máquina al uso, aunque el concepto de máquina nos permitirá establecer una analogía útil para evidenciar la potencialidad existente en nuestra organización.
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