Juliá Sempere i Cebriàn, Rosa Nomen Ribé
En una reciente encuesta de opinión entre la industria de química fina de todo el mundo se ha denotado cierto optimismo sobre la evolución del mercado, esperándose mejoras para 2004, pero precisándose superar retos importantes, como pueden ser la necesidad de racionalizar la capacidad global de producción, el creciente impacto de los productores de economías emergentes y las cada vez más exigentes restricciones impuestas por la normativa y por la legislación.
Si en algo nuestras empresas pueden superar a los productores de economías emergentes es en la aplicación de tecnologías innovadoras, que generen ventajas competitivas importantes y que permitan acceder a encargos de producción de nuevos productos, lo que realmente parece mucho más atractivo. El presente artículo se dedica a la reflexión sobre qué factores tecnológicos se pueden sugerir para conseguir tales ventajas competitivas.
1. Introducción En el número de 15 de septiembre de 2003 de Chemical Marketing Reporter [1] se encuentra un interesante resumen sobre una encuesta de opinión entre la industria de química fina de todo el mundo. Este estudio indica cómo en el sector existe un "cauteloso" optimismo acerca de la evolución del mercado, ya que se esperan ciertas mejoras para 2004.
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