Un recorrido por el cine de David Cronenberg muestra como una de sus constantes la importancia de la corporalidad, considerada tanto sujeto como territorio de la permanente metamorfosis de sus protagonistas. No se trata de un tránsito psicológico, aunque también lo es, sino principalmente somático. Desde sus primeras obras, el individuo se destruye orgánicamente a favor de una existencia sin carne, culminando con el grito larga vida a la nueva carne, la cual no es ya carne humana, sino tecnológica, virtual.
A través de lo que considero su primera época, que culmina en La mosca, recorremos este camino que se prolonga en su segunda época, iniciada con Inseparables, poniendo el acento en la transformación psíquica de sus protagonistas. Sin embargo, el camino hacia la nueva carne resulta intransitable para unos personajes-cuerpo siempre marcados por la crisis. Sus causas tan sólo son explicables mediante las clásicas teorías psicoanalíticas de Freud y Jung.
A look over David Cronenberg´s Cinematographic trajectory shows corporeality as one of its main constants. Corporeality is considered both the subject and the territory of the permanent metamorphosis of Cronenberg’s characters. This metamorphosis isn’t only a psychological transition but mainly a somatic one. Since Cronenberg’s first films, the individual goes through an organic destruction promoting a non-corporeal existence, that culminates in the shout of long live the new flesh, not human but technological, virtual flesh.
Throughout what I consider his earlier period, which culminates in The fly, we’ll go across a path that prolongates into his second period, started by Dead Ringers, which accentuates the psychic transformation of its characters. However the way towards the new flesh is impenetrable for some body-characters always marked by crisis. Its causes are only explainable by Freud’s and Jung’s classical psychoanalytic theories.
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