La idea-fuerza transmitida en esta Comunicación es que el modelo de desarrollo para la revitalización de zonas de montaña desfavorecidas no puede ser el impulso de PYMEs aisladas, sin personal capacitado ni masa crítica y enfocadas a la obtención de productos de gran consumo, sino aquellos modelos sistémicos que están vinculados a centros generadores de innovación y conocimientos, ponen en valor sus productos de calidad y gestionan de modo sostenible los recursos de su territorio. Como ya puso de relieve Marshall (1890), son aquellas que apuestan por el desarrollo en y no por el desarrollo de y contribuyen a construir “Capital Social” (Klisberg y Tomassini, 2000). En definitiva, los modelos que apuestan por un desarrollo innovador con base territorial.
Aunque este paradigma de desarrollo de “cluster” con base territorial ya lo ha esbozado la UE en sus políticas de desarrollo rural, el cuerpo metodológico más elaborado procede de experiencias en América Latina (Schetjman y Berdegué, 2009; Devlin y Moguillanski, 2010). En él plantean como modelo de vertebración un nuevo “contrato social” entre las instituciones públicas y los agentes sociales y económicos de los territorios a través de las alianzas de sus actores (productores, administraciones, cooperativas, líderes sociales, empresas de diverso tipo, etc.)para interactuar entre ellos, y generar e impulsar proyectos locales innovadores, competitivos y sostenibles (De Janvry y Sadoulet, 1996; Ken y Chan Ceh, 2008). Y que, aunque con fuerte influencia del efecto bottom-up pueden servir como ejemplo transferible a otros milieu (Maillat, 1995).
Esta Comunicación muestra, a través de texto e imágenes, cómo el trabajo conjunto y coordinado entre los actores públicos y privados ha conseguido crear una cooperativa oleícola de 2º grado capacitada, comprometida y que, posteriormente, con su dinamismo, ha sido capaz de generar y actualmente liderar un “cluster” asociativo, ecnómico y comercial con destacados aspectos de diversificación y valorización socioeconómicos con carácter notablemente dinámico e innovador (en la cadena de valor Oleícola, pero también en sus actividades en conexión con otras producciones agropecuarias) y de proyección nacional e internacional. Así lo demuestran la actual gama de oferta de productos: aceite ecológico y/o con DOP, perfumes y cosméticos, madera de olivo, piensos, biocombustibles, etc.
Tras una introducción y presentación de datos estructurales de la comarca, la Comunicación presenta el proceso de construcción del conglomerado, sus actividades pasadas y presentes, las alianzas y vínculos público-privados existentes, su relación con los centros de asistencia técnica y los de I+D+i y los resultados en forma de indicadores de aprovechamiento de recursos y de premios y galardones a la calidad de los aceites, a las iniciativas empresariales y al desarrollo rural. Toda esta construcción social de un desarrollo territorial rural se ha logrado en un territorio montañoso que, según Sancho, 2008 y MARM, 2010 es una zona desfavorecida a revitalizar, y que posee dos terceras partes de su superficie enclavada en el que es el mayor espacio natural protegido de la península (el 70% del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas).
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados