Confieso que oírle me apasiona. Profundiza como un estilete en un asunto y al instante te hace brotar la risa con sarcasmo demoledor. Cuando crees que no hay más registros, te sorprende defendiendo la melancolía como el estado de ánimo de un hombre que quiere volar pero tiene de hierro los zapatos.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados