Contra el insomnio, berenjenas; para bajar la fiebre, berza; para calmar el lumbago, muérdago... De este modo, gracias a las plantas que encontraban en el Camino de Santiago, los antiguos peregrinos trataban las dolencias que les asaltaban a lo largo de los cientos de kilómetros que recorrían hasta llegar a la tumba del Apóstol. Unos métodos que hoy pueden recuperar los modernos caminantes que viajan a Compostela gracias al libro Plantas y remedios naturales de los Caminos de Santiago (Plaza & Janés), de Juan Mugarza y Txumari Alfaro.
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