Resumen de Religious Belief in Recent Detective Fiction.

Bill Phillips

• español

  La ficción detectivesca apareció como resultado de la secularización de la sociedad. Las certezas antaño predicadas por la Iglesia se encarnaban ahora en la figura del investigador racional, cuya perspicacia conseguía sistemáticamente descubrir al criminal y devolver al mundo a su estado de paz prelapsario. A menudo, el villano cuyas maldades deben corregirse es el líder de alguna oscura secta, pero si este no es el caso, la religión, sobre todo las mayoritarias, permanece notablemente ausente de la narración. Sin embargo, esto ha cambiado en tiempos recientes. El detective, que se caracterizaba por su extrema racionalidad y capacidad de deducción, epitomizadas en la figura de Sherlock Holmes, por ejemplo, ha sido sustituido por investigadores que, en ocasiones, no esconden sus creencias religiosas. La explicación de este cambio, que puede parecer trivial, está relacionada con la evolución de la ficción criminal de las últimas décadas, donde tanto el modelo del detective tradicional como tipo duro, como el propio género, han sido cuestionados y deconstruidos por una nueva generación de escritores.

• English

  Detective fiction emerged as a result of the increasing secularisation of society. The certainties expounded by the Church are reenacted through the figure of the rational investigator whose perspicacity never fails to uncover the perpetrator and return the world to its pre-lapsarian tranquillity. Often the villain whose wicked deeds must be brought to book is the leader of an obscure mystical sect, but otherwise religion, particularly of the mainstream variety, is noticeably absent. This has, however, recently changed. The detective, once the acme of rational thought and deductive flair—incarnated in the figure of Sherlock Holmes, for example—has now been replaced, on occasions, by investigators with overt religious beliefs. The explanation for this apparently inconsistent development is tied to the evolution of crime fiction over recent decades, in which both the model of the traditional hard-boiled detective and the genre itself have been questioned and deconstructed by a new generation of crime writers.