Braga (São José de São Lázaro), Portugal
En el antiguo ordenamiento del mundo el hombre se integraba en la sociedad, pero también en los componentes que constituían el universo. Existía una empática complementariedad espíritu-temporal. Con posterioridad,el orden secular fragmentó tal unidad esencial. Un individuo deshumanizado surgió porque la razón “sustituyó” de manera inadecuada a la imaginación, provocando empobrecimiento. La desmitologización y desencantamiento del mundo por un saber tecno y antropocéntrico que se centra exclusivamente en lo racional, requiere una rehumanización, la revalorización de los saberes de una cultura del sentido. Esto se alcanza por mediación del diálogo, la conversación y elequilibrio, sin la imposición derígidasestructuras. Muchas claves de la identidad y la razón occidentales descansan en la mitología, factor que debe motivar el reconocimiento de la presencia de impulsos míticos en nuestra cultura.
Su revalorización será lo que ayude a consolidar una antropoética humanamente vinculadora con el resto de la sociedad y la naturaleza. La relación yo-tú retomaría su trasfondo afectivo y cooperante. En consecuencia, se trata de que los esencialismos sean desmadejados sin relativizar, de quese propaguela relacionalidad dinámica queequilibre y armonicelos opuestos: complexio oppositorum de logos y mito. En definitiva, aquellos aspectos deshumanizantes del logos y su unidireccionalidad carente de imaginación, deben asociarse con la imagen y el espectro de las emotividades humanas.
In the ancient order of the world, man was integrated into society, but also into the components that made up the universe. There was an empathic spirit-temporal complementarity.
Later, the secular order fragmented such an essential unity. A dehumanized individual emerged because reason "substituted" in an inadequate way for imagination, causing impoverishment.
The demythologization and disenchantment of the world by a techno and anthropocentric knowledge that focuses exclusively on the rational, requires a re-humanization, the revaluation of the knowledge of a culture of meaning. This is achieved through dialogue, conversation and balance, without the imposition of rigid structures. Many keys to Western identity and reason rest on mythology, a factor that should motivate the recognition of the presence of mythical impulses in our culture.Its revaluationwill be what helps to consolidate an anthropoetics that is humanly linked to the rest of society and nature. The relationship between me and you would take on its affective and cooperative background. Consequently, it is a matter of unravelling essentialisms without relativizing them, of spreading the dynamic relationality that balances and harmonizes the opposites: complexio oppositorum of logos and myth.
In short, those dehumanizing aspects of the logos and its unidirectionality lacking in imagination, must be associated with the image and the spectrum of human emotions.
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