Merodean por los parques infantiles y las salas de juegos recreativos. Buscan en discotecas, a las puertas de los colegios y en poblados marginales. Los pederastas organizados acechan a los menores y trafican con ellos por sexo y dinero. Éstos son los ganchos que utilizan para granjearse la confianza de sus víctimas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados